Durante todo el periodo histórico conocido como porfiriato la economía nacional estaba estrechamente ligada a los intereses norteamericanos y europeos; la falta de grandes capitales nacionales para modernizar la agricultura e industria del país obligó al régimen de Porfirio Díaz a buscarlos del exterior. De esta manera, la política económica del gobierno estaba orientada a fomentar las inversiones extranjeras a condición de que contribuyeran al progreso de México. Y así los capitalistas extranjeros tenían el permiso del presidente Díaz para explotar los recursos materiales y minerales del país, así como la mano de obra mexicana. Por otra parte, durante este periodo y pese a todo, México presentó un crecimiento económico e industrial muy grande; fue Díaz quien introdujo el ferrocarril y gracias a que dio paso a las empresas extranjeras a trabajar todos los sectores económicos del país la minería tuvo un auge histórico, aunque los frutos de dichos sectores no se hayan visto totalmente en el país. Las tierras estaban divididas de la siguiente manera: el 7% de la población era dueña del 70% de la totalidad de las tierras mexicanas, lo mismo ocurría con la economía en general, aproximadamente el 0.6% de la población tenía el control total sobre las riquezas del país. La clase baja era la más numerosa y explotada de la República, la formaban jornaleros, peones, obreros, empleados del comercio y negociaciones, y el grueso del ejército.
El verdadero detonante de esta lucha fueron las elecciones de 1910, en las cuales Francisco I. Madero compitió contra Díaz por la presidencia del país, días antes de las mismas el aun entonces presidente mandó arrestar a Madero, quien huyó a EUA, y entonces las elecciones fueron manipuladas nuevamente por Porfirio Díaz. El llamado de madero para levantarse en armas el 20 de noviembre, encarnaba la protesta de un pueblo oprimido por la dictadura de Porfirio Díaz. Desde San Antonio, Texas, el jefe revolucionario hizo llegar a los principales comprometidos, copia del Plan de San Luis con instrucciones confidenciales para el levantamiento general.
Doroteo Arango, alias “Pancho Villa” se unió a la causa maderista con el propósito de lograr justicia y borrar los agravios al pueblo. Sus primeras acciones las dio en poblados Chihuahuenses de Santa Isabel, Fresno y San Andrés, retirándose después a Parral. En la misma región, pero ya en el poblado de Santo Tomás.Mientras tanto, en México, el general Díaz dio orden de aplastar la rebelión y encomendó al general Juan J. Navarro que recapturara Ciudad Guerrero. A lo largo y ancho de toda la república mexicana los brotes revolucionarios sacudían toda la República y el Ejército Federal era insuficiente para detenerlos. En Guanajuato se levantó en armas Irineo Andrade; en Tabasco, Ignacio Gutiérrez y Cándido Donato Padua, combatiendo en las poblaciones de Huimanguillo, Alcaico y Aldama. En Michoacán, Salvador Escalante, Braulio Mercado y Saúl Cano tomaron Villa de Ario y Pátzcuaro; en Sinaloa, el puerto de Mazatlán es amagado por Jesús Tirado; en Tamazula y Topia se levantaron Conrado Entuno y Herculino de la Rocha, y en Nayarit se activó la guerrilla por parte de Rafael Buena y Martín Espinoza. Desde Jalisco hasta los límites con Zacatecas se puso en acción Enrique Estrada, y en el estado de Guerrero los hermanos Figueroa se apoderaron de Huitzuco, Jesús Salgado de Teloloapan, Julián Blanco de los Cajones, y Héctor y Leonel López, de Coahuayutla.
Varios caudillos se unen para combatirlo, como Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. Tiempo después, al derrotar huerta, Carranza y Obregón se proponen reunir a todos los líderes revolucionarios para decidir el futuro del país. Pero Villa y Zapata desconfiaron de este hecho y siguieron la lucha armada por su propia cuenta siendo derrotados en 195 y 1916 respectivamente.
Poco después Carranza es nombrado presidente, durante su gobierno fue proclamada la constitución política de 1917, pero Carranza no hizo reformas significativas, fue Álvaro Obregón quien apoyó más significativamente a obreros y campesinos. Y en 1920 Obregón mata a Carranza terminando con el periodo de guerras civiles del país. Poco después Obregón es electo presidente de la república y es en su gobierno cuando se comienzan a ver cambios significativos en el país, como un apoyo a muralistas y pintores mexicanos, reinstauró la paz, reordenó la economía y dio un gran apoyo a la educación pública.